Un legado de sencillez, apertura y humanidad, La muerte del Papa Francisco representa el cierre de un capítulo crucial para la Iglesia católica contemporánea. Su pontificado estuvo marcado por una apuesta decidida por la inclusión, la justicia social y la cercanía con las periferias. Su pensamiento sobre la comunidad LGBT, las mujeres y los jóvenes marcó una nueva etapa en el diálogo entre fe y sociedad.
