Los agricultores franceses bloquearon este lunes 29 de enero las principales autopistas alrededor de París después de amenazar con “asediar” la capital en un enfrentamiento cada vez más intenso con el Gobierno sobre las condiciones laborales, los impuestos y la regulación. Los principales sindicatos de agricultores se reunirán con el primer ministro Gabriel Attal a final de jornada.
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Hacia un punto de inflexión en la movilización? El descontento de los agricultores se trasladó a las principales vías de acceso a la capital de Francia, París. Unos bloqueos que amenazan con un aumento de las tensiones.
Los agricultores bloquearon la autopista A13 al oeste de la capital, la A4 al este y la A6, por la que cientos de tractores avanzaban hacia París desde el sur.
Según los reportes de Sytadin —un servicio de seguimiento del tráfico—, las protestas están cumpliendo su objetivo de generar ocho puntos de bloqueo para “asediar la capital”.
Una pancarta en un tractor durante la protesta decía: “No moriremos en silencio”.
“Necesitamos respuestas”, dijo Karine Duc, una agricultora del departamento suroccidental de Lot-et-Garonne, mientras se unía a un convoy de tractores que se dirigía a París.
“Es la batalla final por la agricultura. Es una cuestión de supervivencia”, afirmó para AFP.
“Asegurar” el mercado de Rungis y los aeropuertos parisinos
Por su parte, el Gobierno anunció que 15.000 miembros de las fuerzas del orden se movilizarían el lunes para evitar especialmente que los tractores entren en “París y las grandes ciudades”.
Tras una reunión interministerial de crisis, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, también aseguró que demandó una “moderación” a los agentes de policía, quienes no deberán “intervenir en los puntos de bloqueo” sino “asegurarlos”.
Explicó que el presidente Emmanuel Macron había dado “instrucciones” para “garantizar que los tractores no lleguen a París y a las grandes ciudades para no crear dificultades extremadamente graves”, y también para garantizar que el mercado internacional de Rungis “pueda funcionar, así como los aeropuertos parisinos de Orly y Roissy”.
Desde el inicio de la tarde, se desplegaron efectivos, incluidos vehículos blindados de la gendarmería, en las proximidades de Rungis, al sur de la capital, según observó un periodista de AFP. Dicho mercado es el mayor centro de distribución de productos frescos del mundo.
De vuelta en el terreno el domingo por la mañana, el primer ministro prometió “avanzar rápido” para responder a los descontentos de los agricultores.
Pero el presidente de la FNSEA, el principal sindicato agrícola francés, instó al Gobierno a “ir mucho más allá” y criticó la estrategia de comunicación del primer ministro. “No vivimos bien lo que sucedió la semana pasada: la comunicación, las cámaras, el fardo de paja y todo eso, no es lo nuestro. Lo que necesitamos son decisiones que sintamos que cambian el enfoque”, dijo el domingo Arnaud Rousseau frente a agricultores que bloqueaban la autopista A16 cerca de Beauvais.
“Mientras estas demandas no sean satisfechas, la movilización será total”
A pesar de una calma relativa, numerosos enlaces viales permanecieron cerrados el domingo, desde Normandía hasta Gard, pasando por los Pirineos Atlánticos y Meuse.
Las FDSEA de regiones limítrofes con Île-de-France anunciaron la participación de sus miembros en los bloqueos en la región parisina con relevos.
Según Arnaud Rousseau, la secuencia que se abre es una “semana de todos los peligros, ya sea porque el Gobierno no nos escucha, ya sea porque la ira será tal que luego cada uno asumirá sus responsabilidades”. Pero también llamó a la “calma y la determinación”.
Por su parte, Attal reconoció que “a través de estas primeras medidas —anunciadas el viernes—, aún no hemos respondido a todo lo que acabo de mencionar y que constituye la incomodidad y el malestar de nuestros agricultores hoy en día”. “Y estoy decidido a avanzar, avanzar decididamente, a avanzar rápido”, declaró el primer ministro en La Riche, ciudad de la región central de Indre-et-Loire.
“Hay que ir mucho más allá”, le respondió Rousseau al primer ministro. El líder de la FNSEA presentó decenas de reclamos al Gobierno el miércoles. “Mientras estas demandas no sean satisfechas, la movilización será total”, concluyó.